En exclusiva, aquí tenemos la crónica escrita por el Jefe de Prensa del Festival, Manuel Molina:
El concierto de Solomon Burke una de las mejores actuaciones de las doce ediciones del festival y una de las mejores del verano.
Thunderbirds y Robillard entusiasmaron
Los reyes del KO pusieron un colofón lleno de fuerza y vibraciones eléctricas
Manuel Molina.- Cazorla
Eran las seis y diez de la mañana y Adrián Costa, de los inconmensurables Reyes del KO, interpretaba un tema que dejaba fulminada la duodécima edición de Bluescazorla: “bye, bye, bye”. Cesaba el sonido del blues. Mientras en la puerta del acceso de artistas el guitarrista de Bar Blues Band se despedía del director del festival y decía “la que habéis montado, gracias por hacernos tan felices”. ¿Qué había ocurrido? Sencillamente uno d elos mejores carteles del blues europeo finalizaba. Todo había funcionado bien, los artistas habían cumplido, unos con más exigencias que otros, pero todos mostrando su lado más profesional, incluso otros el humano, su llaneza y humanidad: Crusher felicitaba a Burke después de la actuación y Kim Wilson hacía lo propio con Duke Robillard. La camaradería reinante relaja el ambiente. Es casi de día y un empresario local en un arrebato inusitado también se acerca al director del festival y le da la enhorabuena: “hemos estado a tope y con un público selecto que no da problemas, aguantan si se les retrasa en servir y pagan sin discutir”. Quines conocemos la idiosincrasisa del empresariado cazorleño casi no damos crédito a la magnitud de la espontaneidad de éste. El mismo directo le contesta ”algo hemos debido hacer bien”. Y así con la maquinaria que se encarga de transformar un gigante de miles de vatios, pantallas y cables en una disección por cajas el cielo de cazorla como todos los días del verano aparece tímidamente azul. Moría la duodécima edición de Bluescazorla, la mejor.
El obispo del soul.
Solomon Burke es una persona muy especial. Tan especial que tuvo con el corazón en un piño a la organización los días previos a su esperada actuación en Cazorla. Es una estrella y lo tiene claro y el firmamento tiene caprichos que deben ser órdenes. Hizo construir un trono especial para su actuación. Le gustó y dijo que le regalaría una camiseta al autor. Ya sabemos que una camiseta con la cara de un artista es una joya. Apareció como la comitiva de Mr Marshall en la sainetea de Berlanga, con dos Mercedes último modelo y tan sólo con el servicio de seguridad presente y un selecto grupo de personal. Tiene por su volumen problemas para desplazarse y los quiere para él sólo. Cuatro docenas de rosas rojas sin espinas y con el tallo larga estaban situadas a ambos lados del escenario. Irrumpe su banda y deja claro que son virtuosos uno por uno y agrupados. Tras dos temas el obispo Solomon –tiene su proipia iglesia- aparece ataviado de rey, de “king”. Le acompaña su preciosa hija, una de las veintiuno que tiene, que le seca el sudor de la frente con mimo filial. “Tengo un mensaje de esperanza y amor para todos vosotros”. Comienza el espectáculo y opta por revisara todos los clásicos del soul Otis Reding, Ray Charles, Sam Cooke, james Brown po Wilson Pickett. En algún moento alguien confiesa que tiene el vello de punta y los circundants lo corroboran también en ellos mismos. Había sonado “Georgia” de Charles con una interpretación personal para el recuerdo. Después se dirige al público, lo bendice y lo hace al escenario para bailar y regalarles las rosas y rosarios. Al final acaban sentados como en una ceremonia, en al que sólo faltaba decir “alabado sea Dios”. Y él lo dice, seguido de un ritmo frenético con “I Need your love in my life”. Viento, coros, guitarra y espectáculo. Un periodista especializado dice “ha habido tres grandes conciertos en España el de los Eagles en Barcelona, los Who en Madrid y Burke en Cazorla”. Puede que tenga razón.
Duke y Thunderbirds
Se cierra el telón y Burke desaparece entre bambalinas con el rastro de su comitiva . Acaba la actuación pero continúa el show y aparce Duke Robillard. Tal vez uno de los tres mejores guitarristas de blues vivos. Lo dice Otis grand, que algo sabe del tema. Su actuación cazorleña giró más hacia el blues y en algún momento se decantó por incluir vientos en los temas, donde apareció Sax Gordon para dar más ritmo a la puesta en ecena. Blñues y jazz hermanados con vituosismo y reconocimiento del público.
De la actuación de Thunderbirds, una gran banda muy transformada del original, pero igual de fuerte en el directo, se recordará que su líder, Kim Wilson, realizó un espléndido solo de diez minutos con tan sólo una armónica que se transformó del más sosegado ritmo a la más frenética pieza. Buen guitarrista sexpistoliano y muy buen acompañamiento hicieron posible que mereciera la pena esperar tres años para su contratación.
Y los reyes del KO
Una de las mejores bandas españolas son los reyes del KO que se han curtido en una larga gira europea y han logrado un segundo trabajo de producción en Alemania, que ha puesto su listón aún más alto. No era fácil aparecer en escena después de tres grandes monstruos de la música, pero Marcos Coll y Adrián Costa, arropados por una mejorada banda son de lo mejorcito para un fin de fiesta. Soul, funky, rock y rythm blues al servicio del espectador con el pequeño costa como un gigante que dirige al público a su antojo. Es imposible no mover un pie al ritmo de su guitarra o de los soplidos de Marcos, que es capaz de fumar y soplar la armónica a la vez. Creo que el público les brindó con su gentil y sincero aplauso un “os queremos” y ellos respondían con un “nosotros también, con un nuevo trabajo para que disfrutéis, pero es difícil hacerlo más que con un vibrante directo, casi inigualable. También son reyes, qué leches.
domingo, agosto 06, 2006
La noche mágica de Bluescazorla (En Exclusiva)
Etiquetas:
News BluesCazorla
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